Beneficios para la salud
La contracción y distensión de la membrana diafragmática tiene claros beneficios físicos dado que ejerce una masaje a los riñones, al hígado, al bazo, al páncreas, así como a los órganos digestivos favoreciendo el movimiento peristáltico y la función de asimilación, también ayuda a un mejor funcionamiento del tránsito intestinal al estimular el intestino grueso, y, lo más importante es que reduce el trabajo del corazón dado que actúa a modo de bomba, o segundo corazón, sobre las venas aorta y cava en el bajo abdomen facilitando la circulación venosa hacia el corazón. El nervio neumogástrico, conocido como “vago”, empieza en la caja craneal y desciende por el cuello y el tórax hasta llegar al abdomen. Recorre los sistemas cardiovascular, respiratorio y digestivo, inervando todos sus órganos y glándulas. El nervio vago confiere sensibilidad a las mucosas respiratorias (faringe, laringe, esófago, tráquea, pulmones y bronquios) y transmite el ritmo, la fuerza y la frecuencia en la respiración. Es el nervio vago el que pone en comunicación el diafragma con el cerebro, entre psique y soma o soma y psique y transmite nerviosismo o sosiego, ira o calma.
La contracción y distensión de la membrana diafragmática tiene claros beneficios físicos dado que ejerce una masaje a los riñones, al hígado, al bazo, al páncreas, así como a los órganos digestivos favoreciendo el movimiento peristáltico y la función de asimilación, también ayuda a un mejor funcionamiento del tránsito intestinal al estimular el intestino grueso, y, lo más importante es que reduce el trabajo del corazón dado que actúa a modo de bomba, o segundo corazón, sobre las venas aorta y cava en el bajo abdomen facilitando la circulación venosa hacia el corazón. El nervio neumogástrico, conocido como “vago”, empieza en la caja craneal y desciende por el cuello y el tórax hasta llegar al abdomen. Recorre los sistemas cardiovascular, respiratorio y digestivo, inervando todos sus órganos y glándulas. El nervio vago confiere sensibilidad a las mucosas respiratorias (faringe, laringe, esófago, tráquea, pulmones y bronquios) y transmite el ritmo, la fuerza y la frecuencia en la respiración. Es el nervio vago el que pone en comunicación el diafragma con el cerebro, entre psique y soma o soma y psique y transmite nerviosismo o sosiego, ira o calma.
La principal ventaja de la respiración abdominal es su rentabilidad energética, porque en la torácica interviene el trabajo de los músculos intercostales que consumen energía para abrir y cerrar todas las costillas de la caja. Si habláramos en términos económicos, la respiración torácica requiere invertir oxigeno y energía para que el trabajo aeróbico de los músculos intercostales puedan bombear la caja torácica para obtener oxigeno y energía que vamos a reinvertir para movilizar de nuevo estos músculos… es decir todo esto se convierte en una rueda cuyo resultado es ganancia cero o muy poca rentabilidad.
En cambio en la respiración abdominal se requiere poca inversión de oxigeno y energía para movilizar el abdomen, pues se distiende gracias a la relajación, por lo que la rentabilidad en la obtención de oxigeno y energía es elevada. La respiración abdominal es rentable, con poca inversión energética se consigue mucho oxigeno y energía. Y esto es lo que interesa en qigong: guardar y conservar la energía y no malgastarla.
Buena Práctica