lunes, 6 de abril de 2015

Primavera primavera...la sangre altera¡¡¡

PRIMAVERA.....
 Ya llegó, ya está aquí, coloreando el espacio y llenándolo de nuevas fragancias y colores.... El término "prima" proviene de "primer" y la sílaba final "ver" viene de "verano, verde, vergel". Los franceses la llaman "prin temps", en latín "primun tempus", ya que en la antigüedad era el primer tiempo del año, de hecho, al enumerar las estaciones comúnmente comenzamos por la primavera, luego el verano, el otoño, y finalmente el invierno. El curso del sol por los signos del zodiaco se inicia también con la primavera y con el signo de Aries. Astronómicamente, comienza con el equinoccio de primavera y termina con el solsticio de verano.
La primavera nos regala más luz y aires de renovación, rejuvenecimiento, nuevo crecimiento... Es un tiempo ideal para comenzar proyectos. La Pascua de Resurrección se celebra el domingo siguiente a la luna llena tras el equinoccio. Todo nos llama a renacer a la vida nueva.
Es tiempo de ver, de valor y de verdad. El sol y el calor propician que florezca lo que hemos sembrado. Energéticamente estamos más preparados que nunca para tomar conciencia de lo que hay y de lo que no hay en nuestra vida con sencillez: lo que florece y lo que no va a florecer, aceptando con humildad que florece lo que hemos sembrado. Lo que ES cae por su propio peso, se presenta claramente si estamos presentes y abiertos. La gran pregunta de la primavera es ¿Qué veo floreciendo a mi alrededor? A veces estamos tan inmersos en nuestro diálogo interno, tan enredados haciendo planes de futuro o valoraciones del pasado que sencillamente se nos olvida ver que está pasando fuera, qué está manifestándose y qué podemos aprender y decidir.
Una semilla de luz se instaló en nuestros corazones el 24 de diciembre enraizándose dentro hasta brotar y elevarse para ver la luz en este momento. Los tallos generaron capullos cerrados, que se abren y ofrecen una flor única e irrepetible. En el cuerpo humano la energía se exterioriza del hueso al músculo y los tendones. Pasamos del agua del invierno en los riñones a preparar el fuego del corazón que celebra el verano. Este movimiento requiere que nuestro hígado se ponga en movimiento.
 El hígado representa la energía de la decisión, la decisión enraizada. En medicina china se asocia con el elemento madera. Un árbol con raíces anchas y profundas en la tierra y extiende sus ramas florecidas hasta el cielo. Hay crecimiento y expansión en la primavera si no lo obstaculizamos.
Libera y deja que florezca lo que ES, lo que eres y sientes. Da espacio a lo que hay, no lo contengas, inhibas ni censures. Lo que sientes de verdad en este momento, ofrecido con amable humildad, es lo mejor que puedes dar, es la vibración que más resuelve y disuelve. No te empeñes en ser otro tipo de flor del que eres esta primavera. No quieras crecer más fuerte o grande de lo que toca. Asómbrate viendo florecer tu propia belleza en este año, permitiendo que sea esa, la que surge, la que toca... observa... acepta... no impongas ninguna forma con lo que debería ser. Acepta amorosamente que si sembraste cardos, cosecharás cardos. Si sembraste cerezas, cosecharás cerezas... Aprenderemos mucho al contemplar sin juicio los frutos de primavera.
Las ventanas del hígado son los ojos. La vida te invita ver la naturaleza floreciendo. Busca conscientemente cosas bellas y deléitate en ellas. La vista es el segundo mayor gasto energético después de la actividad cerebral. Vivimos en un mundo de híper estimulación visual. La visión del verde de la naturaleza nutre los ojos, especialmente a la mañana. Si usas mucho el ordenador conviene descansar la visión fija mirando al horizonte, darte cuenta cuando estás tensando en exceso los músculos de los ojos por juicio o exceso de atención.
Para florecer es preciso haberse aquietado un poco en invierno, haber soltado. Si no lo has hecho, haz unos días de silencio, date algún paseo solo por un bosque, permite que paren la mente y el cuerpo antes de que el calor te haga florecer desajustado. El comienzo de la primavera es tiempo propicio para preparar lo que llega haciendo vacío y para la desintoxicación de:
ALIMENTOS: son recomendables las monodietas de un día. Si estás muy saturado no viene nada mal recurrir a un especialista para llevar a cabo una detoxinación o limpieza de hígado.
PENSAMIENTOS: sobre todo fantasías sobre uno mismo y sobre los demás, pesimismos sobre el futuro o miedos irreales. Concéntrate en contemplar lo que florece fuera y disfrutar del sol y el paisaje.
COMPAÑÍAS: que no nutren.
Paremos círculos viciosos y automatismos antes del verano. Florezcamos sin dispersión ni exaltación para preservar la esencia. Esto requiere meditar, aquietarse y conectar con la fuente esencial al comienzo de cada día, y luego ir volviendo al centro y ajustando mi eje una y otra vez. Respira conscientemente durante las situaciones que no te gusten o te incomoden atendiendo a las sensaciones corporales. Se ha de encauzar esa primavera que la sangre altera para evitar que impulsos instintivos nos secuestren. Evita florecer desde la euforia o el júbilo grupal adolescente que va más lejos de lo que desde tu centro puedes dar.
Hay dos virtudes similares y complementarias a cultivar con perseverancia: el coraje y la valentía. El coraje es una energía más femenina que saca fuerzas de la tierra para preservar su territorio y aceptar límites, ayudándonos a decir no cuando es no y sí cuando es sí. Uno tiene miedo a ver o a hacer y no quiere, pero aún así, mira lo que ha de mirar y hace lo que ha de hacer. La valentía es una energía masculina y dinámica que sortea obstáculos, se mueve, defiende como un tigre, sin agresividad ni reactividad pero con fuerza. Tiene miedo pero aún asi se hace y se avanza. Hemos de discernir cuándo es tiempo de coraje y cuándo es tiempo de valor y evocarlos continuamente para que nos acompañen cada día.
Aprende a definirte con claridad y amable firmeza. Busca tu forma de expresión y aquella actividad alternativa que te ayudará a florecer de interior a exterior: el canto, el suspiro, el grito, la danza, la pintura y escritura, redecorar un espacio... Permite que la exteriorización se abra orgánica como una flor, lenta y serena, desde dentro de uno mismo. Fingir desgasta mucho el hígado. Es tiempo de autodefinirse, si es sí es sí, si es no es no. Busca abrirte a la comunicación con amabilidad en lugar de defensa y reactividad.
El empeño enajenado por hacer, hacer, hacer sin energía disponible causa enfermedades. Revisa tu hacer. Hacer fluyendo con la energía es meditación, hacer a contra corriente puede llevar a la enajenación o al agotamiento físico y espiritual.
Cultiva las competencias relacionadas con el hígado:
LA INTELIGENCIA COGNITIVA: la imaginación, la creatividad, la iniciativa, la decisión y la capacidad estratégica. Su uso disfuncional genera pensamientos imaginarios no enraizados en lo que hay realmente (ideas irreales sobre nosotros, la vida, otros), competitividad, desconfianza, indecisión, ofuscación mental, desbordamiento mental .
NUESTRAS EMOCIONES: la bondad, amabilidad, acogida, inclusividad, extroversión, dinamismo y simpatía, generosidad, abundancia, iniciativa aventurera y curiosa... Su uso disfuncional en exceso genera la reactividad, híper actividad, estrés, el enfado, la rabia, la ira y la frustración, irritabilidad, impaciencia, intolerancia... (cuando no hemos aprendido a manejar el enfado sano y el comunicar nuestros límites serena y firmemente). Si el hígado está saturado en esta época podemos sentirnos enfadados sin saber porqué, frustrados, con ganas de llorar o con ansiedad en el pecho. Si está sin energía se genera apatía, evasión, cobardía, miedo a actuar y astenia primaveral (el motor no tiene energía para florecer).
Conviene dinamizar el tono muscular, sobre todo las personas que no hacen gimnasia continuada: bailar, nadar, practicar algún deporte con amigos, caminar cuesta arriba en la montaña y automasajes con amasamiento muscular...

Confía en la vida, florece a lo que eres y no puedes dejar de ser. Deja que otros vean y disfruten de tu verdadera belleza, vibración e irradiación.
 
FELIZ PRIMAVERA

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