domingo, 18 de enero de 2015

El elemento AGUA

Elemento: Agua
El invierno es época de frío. Las oscuras y largas noches nos invitan a estar más en casa, a la reflexión e introspección.
Se asocia al elemento agua, cuya principal acción es enfriar y humedecer. El agua siempre se desplaza al nivel más bajo para nutrir (Alimentando raíces) u obstruir (si no circula). El agua debe moverse para activar sus funciones o se estanca. En invierno, la energía se interna en el cuerpo, donde se aletarga hasta la primavera. Por ello, la naturaleza del agua es el frío.
El frío reduce la circulación de Qi y de sangre. Su naturaleza contráctil agarrota los músculos y tendones y causa dolor, sobre todo en rodillas y espalda. El agua va ligada a Riñones y Vejiga, imprescindible para el metabolismo de la misma. El frío suele aumentar las ganas de orinar o bien provocar retención de líquidos.

Órgano: Riñón
Conserva la esencia vital: toda la energía llega al riñón, que se encarga de almacenarla o distribuirla según las necesidades. Relacionado con la reproducción, crecimiento y desarrollo. Si su energía disminuye se produce envejecimiento prematuro, esterilidad y crecimiento lento.
Genera las médulas y el cerebro, tanto la médula ósea, que origina los huesos y la sangre, como la médula espinal y el cerebro; es, por tanto, quien crea el sistema nervioso. Es también el origen de todas las glándulas endocrinas productoras de las hormonas, como insulina, tiroxina, hormonas sexuales, etc.
También es responsable de la hipófisis, hipotálamo y glándulas suprarrenales.
Controla el agua del organismo: regulación de líquidos, control de orina, control de los iones de la sangre.

Sus funciones:
Proyecciones en el organismo: oído, huesos, cabello.
Cuando hay deficiencia de los riñones existirá fragilidad ósea, artrosis, disminución de la audición, sordera, caída de pelo, calvicie, caída de dientes, etc.
A nivel psíquico está relacionado con la responsabilidad, determinación y fuerza de voluntad. Si su energía es débil habrá una voluntad débil.
Así mismo, el exceso de responsabilidad, perfeccionismo, exceso de trabajo físico o psíquico, excesos sexuales o cualquier otro tipo de exceso contribuyen a disminuir la energía del riñón y, por tanto, nuestra vitalidad.
La emoción relacionada con el riñón es el miedo. Un miedo prolongado puede acabar dañando la energía del riñón y apareciendo patología en las áreas que rige.
Al contrario, una deficiencia física del riñón puede dar lugar a estados de pánico y miedo.

BUENA PRÁCTICA....JUAN CARLOS MUÑOZ
 

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